Por Ferdinand Quiñones
Historia del Cetí en Puerto Rico y el Caribe: Un compañero de la página me pregunta si tengo alguna información sobre el cetí (otra que de los pastelillos de cetí, que son deliciosos). Casualmente, entre 1994-96, cuando laborábamos en los estudios de campo para los permisos del Superacueducto (“Supertubo”), las agencias federales (US Fish and Wildlife Service) requirieron que definiéramos los posibles impactos adversos del proyecto en el cetí y otras especies migratorias en el estuario del Río Grande de Arecibo. Espulgamos la literatura para aprender del cetí, concluyendo que el Superacueducto no impactaría el pez.
Como explico más adelante, el cetí emigra aguas arriba desde el mar, y el Superacueducto no incluyó (ni incluye) obstrucciones en el cauce del río que limiten su migración. El Embalse Dos Bocas impactó severamente desde 1942 la migración del cetí, pues la represa es una barrera casi total a la emigración de esta y otras especies.
Volviendo al cetí (en los primeros estudios se deletreaba “setí) es un pez pequeño de la familia de los “goby”, cuyo nombre científico es Sicydium plumieri. Abundaban en todo el Caribe y CentroAmérica, pero represas como la que forma Dos Bocas y factores ambientales han reducido su población. El nombre del pez varía con la ubicación. En Cuba le llaman “sirajo”; “ticky-ticky” en Jamaica; “tilagal” en Haití; “tiritiri” en las Antillas Menores; y “olivo” y “chupa piedra” en la zona montañosa de Puerto Rico.
El nicho de los cetí adultos (cuando es el pez “olivo”) son las charcas profundas en las montañas de PR, particularmente donde abundan las algas sumergidas, que es su alimento principal. Los adultos alcanzan un tamaño máximo de seis pulgadas. En esos nichos se emparejan luego de los machos desplegar su belleza como los pájaros, cambiando de colores y agitando sus aletas para atraer las hembras (primera foto). Una vez la hembra selecciona a su Romeo, permanecen emparejados hasta que los huevos llegan a su etapa de convertirse en larvas. Encontrar los huevos es difícil por su tamaño tan pequeño y el nicho donde la pareja los deposita.
Mientras los huevos maduran, el macho se mantiene cerca, batiendo sus aletas para que reciban más oxígeno, mientras la hembra vigila. La naturaleza sabia ha combinado el periodo de lluvias luego de agosto con el nacimiento de larvas precoces de los huevos. Las crecientes en las montañas arrastran aguas abajo las pequeñas larvas (1.5 milímetros, mm) que surjen de los huevos hasta la boca del río y el estuario.
En esa zona de mezcla de agua salada y fresca, las larvas crecen a unos 25 mm, gracias a la abundancia de nutrientes (el pezecito transparente con ojos enormes que nos comemos en los pastelillos). Y para julio comienza la emigración aguas arriba de millones y millones de larvas en ambos lados de las orillas de los ríos. Un estudio en 1956 estimó que en dos días pasaron por un punto en el Río Grande de Añasco cerca de Lares unos 90 millones de cetís.
El periodo de mayor emigración cuando pueden cogerse cientos en la palma de la mano desde la orilla del Río Grande de Arecibo es entre septiembre a noviembre, pero toda la emigración se extiende desde julio a enero.
¿Por qué se ha reducido significativamente en los ríos y estuarios de PR la población del cetí? Las represas en un gran número de las cuencas principales son posiblemente el factor más importante. Es un espectáculo interesante observar sobre la cara de represas como la de Dos Bocas una columna de miles de larvas de cetís subiendo verticalmente en su peregrinación a las montañas.
Desafortunadamente muchos perecen en ese viaje, lo que reduce los adultos en las pozetas de las montañas y por ende la cantidad de las larvas que fluyen de vuelta al estuario con las crecientes. Pero también en los ríos sin represas no se observan tantos como cuando yo pululaba por toda la isla en los 60 y 70 tomando muestras de agua y midiendo el flujo (y pescando guábaras) mientras trabajaba en el USGS.
Es lógico concluir que la descarga de contaminantes y grandes masas de sedimentos que se acumulan en los estuarios tiene que ser un factor en la reducción de esta y otras especies en todo el Caribe. He ahí un buen tema para una tesis doctoral por un o una joven con interés en la biología acuática. Y ahora saben tanto como yo del cetí.