Con el alza de los precios en la comida, la falta de trabajo para conseguir dinero para comida, el alto costo energético que sacrifica el presupuesto para alimentos, ha obligado a comunidades e individuos a desarrollar sus propios huertos. Consiguiendo así proveer alimentos en temporadas de cultivo y preservando para invierno.
Este es un ejemplo de un jardín comunitario donde cada individuo de la comunidad puede aplicar para un lote de tierra fértil. Este lote es concedido por el municipio con el consentimiento de que se trabaje y se elabore un huerto. Cada lote de alrededor de una o dos cuerdas es segregado entre los residentes participantes de cada comunidad.
En cada urbanización o barrio hay un lote el cual es desarrollado como parque pasivo o baldío. Estos lotes pueden ser acondicionados para cultivarlos con la ayuda y capacitación del gobierno mediante el departamento de agricultura.
En estos huertos comunales los individuos pueden obtener aspiraciones e ideas para nuevos negocios de agricultura y sustento comunitario. Se pueden desarrollar empleos para mantener estos jardines y dar servicio a residentes que quieran obtener uno pero no tengan el tiempo o conocimiento para atenderlos.
Esta cultura de tener Huertos caseros, urbanos y comunitarios es común en la generación americana que fueron niños en los tiempos de crisis alimentaria que vivió Estados Unidos en tiempos de Guerra. En estos tiempos se desarrollo un programa de Gobierno llamado “Victory Gardens”
