Así se les conoce a las carnes de caza de animales silvestres y salvajes que no son para el consumo doméstico. Usualmente son de sabor intenso, fuerte y terrero por su alimentación de pasto, bellotas y plantas silvestres. Uno de los mayores beneficios es la poca grasa que contienen por ser animales silvestres que corren y caminan largas distancias al contrario de estar confinados a un espacio limitado.
Estas tienen su forma de cocinarse la cual no es la común a la que cocinamos las carnes domésticas refiriendome a los tiempos de cocción, reposo y procedimientos para hacerlas tiernas y sabrosas, menos aún es hacer un crudo con ellas. Aquí tengo que reconocer al Chef Héctor Rosa del restaurante Soda Estudio de Cocina en Miramar que me ha preparado un excelente Tartar de venado acompañado de una espuma de mostaza que era parte clave para realzar el sabor.
También probamos unas arepitas de coco con un desmenuzado de Antílope, deliciosas con un sabor mas fuerte y al final del sabor logre percibir el sabor a “Game Meat”. El filete de Wagyu fue tierno y sabroso con una salsa de guayaba y papas fritas en el fondo.
Uno de los más sencillos, pintorescos y originales fueron las los canapés de plátano con carne molida, básicamente una alcapurria con la originalidad de darle el sabor a fogón de Piñones ahumando las piezas de canape en una cúpula de cristal que al destaparse frente al cliente, lo remonta a esta famosa área de frituras y antojos costeros boricuas. El sabor, textura y aroma te da la experiencia total de Piñones al maridar con su cerveza artesanal favorita. Una Pale Ale por favor!
Buen Provecho.