No fue hasta que nuestro amigo Tang nos invito a un restaurante exclusivo de ramen donde los empleados te juzgan si no te comiste el armen completo o si dejaste parte del caldo o si limpiaste el envase completo, que me entero del termino “soup nazi”, ya que en el grupo los llamaban los “Ramen Nazi”.
El termino viene por un capitulo de Seinfeld en el cual un vendedor de sopas extranjero, tenia las sopas más deliciosas de Nueva York. Si un cliente hacia algo que no le agradara al vendedor, este lo castigaba no vendiendo la sopa por un periodo de tiempo, por lo que todo el mundo llegaba frente a el, pedía, pagaba y se iba, diciendo solamente lo necesario sin hacerle perder el tiempo al vendedor.
Desde hace un tiempo mi sobrina Coral me había mencionado de este restaurante de pizzas argentino que las pizzas eran extremadamente buenas, lo único es que la señora que atendía era de carácter muy fuerte y ruda con los clientes, pero la comida que prepara su esposo es tan buena que a la gente no le importa y volvían.
Un día le digo a Rene “Oye vamos a almorzar al sitio de las pizzas que me dijo Coral” y el me dijo ” Ah El Conde, hay que esperar para ir por la tarde ya que abren de 5pm a 9pm”, “Ok” le digo yo. Llegamos a la pizarra que esta en los altos de Velauno en Punta las Marías. Nos recibe esta señora que para mi nos estaba dando una buena atención, nos da los menús y pedimos unas cervezas en lo que decidíamos. En el menú cada pizza tenia un nombre y los ingredientes de la combinación, estos se veían muy interesantes así que decidimos La Pater que tiene chorizo cantimpalo y cebolla y Don Carozo con proscrito y “blue cheese”, tan buenas y deliciosas que decidimos pedir otra combinación.
Mitad La Irene (Nombre de la dueña) con huevos duros, jamón, pimiento morón y aceitunas verdes y la otra mitad la Paglia con berenjena, queso parmesano, ajo, perejil y aceitunas negras esta ultima tenia el aroma del ajo tan pronunciado, que despierta el hambre a cualquiera. Los sabores juegan en el paladar en una armonía que lo que te pide es más y más. Sobre Irene encuentro que es una mujer adorable, servicial y que no se deja joder de las malas costumbres de algunos clientes que piden que les quite o les añada ingredientes a las pizzas que ya tienen su receta.
Esta pizzería es tremendo ejemplo de que ciertos aspectos que para algunos son negativos sucumben ante la calidad del producto. Sobre mi amiga Irene, la Pizza Nazi, entienda como le molestaría hacer un arroz con pollo y que alguien le dijera que no lo quiere porque tiene cebolla, y esta es parte del sofrito de la receta. Pues lo mismo sienten los chefs, al comensal pedir que alteren la receta de un plato. Si es la primera vez que va a un restaurante deje saber que va por primera vez y pida las recomendaciones, verá que diferente es la experiencia al dejarse llevar.